Ribelle (en italiano “rebelde”) quizás no sea la actitud que uno asocie a un miembro de la majestuosa familia de Riva. Sin embargo, el propio astillero asegura que el nombre Riva 66 Ribelle se escogió precisamente para reflejar de algún modo las innovadoras ideas que se incorporaron a este modelo.

A simple vista, la 66 Ribelle es una bellísima embarcación deportiva con hardtop; sin embargo, en realidad es bastante más que eso. Dispone de una cubierta superior discretamente mimetizada con la silueta, que además tiene una timonería exterior y una gran hamaca. Tanto en la cubierta de proa como en la de popa, hay hamacas todavía más amplias, y todo ello culminado con un amplio garaje con capacidad para una tender Williams.

La 66 Ribelle desciende de la 63 Vertigo. No obstante, a diferencia de la 63 este modelo cuenta con un salón en la cubierta principal, al cual se accede desde la cubierta de popa a través de una gran puerta corredera. Precisamente debido a que el salón se encuentra en la cubierta principal, hay mucho más espacio disponible para los camarotes en la cubierta inferior. Desde el camarote de armador de amplitud igual a la manga, se tienen unas vistas espectaculares a través de enormes ventanales a ambos lados del casco. También dispone de un camarote doble VIP en la proa, un camarote individual y otro para la tripulación en la popa.

Siguiendo la tradición de Riva, navegar en una 66 Ribelle es una experiencia verdaderamente gratificante. En definitiva, el equivalente sobre el agua a ponerse tras el volante de un Bentley. Esto mismo le garantiza un trayecto agradable, con una precisión en el manejo absoluta y un rendimiento inmejorable gracias a dos motores de 1550cv. Este equipamiento le confiere a la embarcación una velocidad máxima de 37 nudos.