RIVA 90 ARGO
Riva ha conseguido toda una hazaña con esta 90 Argo, creando un superyate de alta velocidad con un camarote de armador en la cubierta principal. Esta caracterísitica lo hace especialmente atractivo para los armadores que conducen la embarcación, ya que la longitud de su casco es inferior a 24 metros en la línea de flotación. Es, por tanto, el superyate por excelencia para aquellos armadores que no tengan la necesidad o el deseo de contratar tripulación profesional para conducir sus embarcaciones de recreo.
Los términos “increíblemente recluidos y discretos” se han usado para calificar los espacios exteriores de la Riva 90 Argo. En el flybridge, unos laterales algo más elevados y un hardtop parcial proporcionan la sombra y protección adecuadas. En la cubierta de popa, los asientos de la mesa miran hacia los laterales, de modo que todos los invitados puedan disfrutar de las vistas. Por último, en la zona de popa se encuentra el toque definitivo de Riva: escalones retráctiles que conducen hasta la plataforma de baño. El garaje, por su parte, dispone de espacio para una tender Williams 395 y una PWC.
Si es usted un enamorado del buen clima, el sol y las buenas vistas, las ventanas panorámicas ubicadas en el salón a bordo de la Riva 90 Argo conseguirán deleitarle. Esta rasgo le concede al salón una maravillosa sensación de luz y amplitud, que le harán sentirse como si se fusionara con el mar en uno solo. Las vistas desde el camarote de armador son casi igual de impactantes, gracias a su gran amplitud al ocupar la manga completa. Todo el diseño de interiores se puede adaptar según el gusto del armador, al igual que la distribución en cierta medida. La galería de fotos del interior de la Riva 90 Argo estará disponible muy pronto en esta web.
El as bajo la manga de la 90 Argo es precisamente que el armador puede tomar el mando de la embarcación, dado que se trata de la Riva de mayor eslora que se puede conducir sin licencia de capitán. Y qué sensación tan maravillosa, ya sea en la cubierta principal o en el flybridge, estar a bordo del equivalente a un Rolls Royce sobre el agua: confort absoluto, silencio excepcional y prestaciones inmejorables. La velocidad máxima oscila entre 26 y 30 nudos, dependiendo de la configuración de motores escogida.